Este es el proyecto de interiorismo para una floristería ya existente ubicada en Portonovo (Sanxenxo). En esta ocasión la clienta nos pidió reorganizar la zona de exposición, unificar los dos mostradores en uno solo, crear una zona solo para exposición de flor y darle un lavado de cara en general. Otro problema que observamos en nuestra visita a la tienda es que existía demasiado ruido visual provocado por la apertura al público casi total de la zona de trabajo ubicada en la parte posterior del local. Para resolver este problema decidimos dividir el local en dos mediante una cristalera con vidrio traslucido que dejase entrar la luz del local y azulejo blanco, a la vez que enmarcamos la entreplanta que se veía desconectada del resto del local. Planteamos también un único mostrador en ‘L’ comunicado con una nueva zona escalonada para exposición de flor, un nuevo mueble central para exposición de plantas, una nueva plataforma a modo de fondo de escaparate y un cambio de iluminación por focos de carril suspendidos que optimizan la iluminación del producto poniéndolo en valor.
